viernes, 25 de abril de 2008

CONSUMIR PARA DIFERENCIARSE

Como respuesta al tema planteado en las cuestiones, os presentamos el siguiente post:

La primera imagen que se forma en la mente al escuchar el término “tribus urbanas”, generalmente es asociada con gente vestida de forma estrafalaria, gente que está en un grupo pero que no sabemos cuál es la finalidad de agruparse y de vestirse de tal forma.

Cada tribu urbana es homogénea entre sus componentes pero heterogénea con el resto de tribus ya que cada una comparte formas de vestir, hábitos comunes, interés por el mismo tipo de música e incluso lugares fijos de reunión.

Pero… ¿Las tribus urbanas surgen a raíz de la diversidad de música y de estilos de moda? o seria más bien al contrario?

Investigando, hemos descubierto que para estar a la última hay gente denominada coolhunters que son ojeadores callejeros de lo que la gente hace, donde va, que lleva puesto, con quien se relaciona, etc. Tras ello realizan un informe para que las grandes marcas de moda empiecen a sacar nuevas líneas de ropa para asegurar su consumo.

Pero esto no es todo, para asegurar la compra de su nuevo producto se distribuye este nuevo producto en tiendas muy específicas de moda donde su precio es muy elevado demostrando su exclusividad.

Como decíamos, las tribus son heterogéneas entre ellas pero todas tienen un componente básico en común: el patrón que siguen todas ellas es el de “consume para ser diferente”.

Unos venden su imagen de ser anticapitalistas, siniestros, violentos, modernos, de otras épocas y espacios…pero todos no dejan de consumir por diferenciarse del resto.

El mercado tiene tanto poder de adaptación al demandante que puede crear una gran gama de productos para que éste los consuma sin control y deje atrás las ideas inconformistas para convertirse en un estereotipo más.

No hay que dejarse llevar por estos roles adquiridos por la sociedad y restringir o admitir a la gente según su tribu urbana (rol), si no empezar a conocer a la persona que hay detrás de tanta vestimenta. Hay que reivindicar la personalidad de cada individuo, el cual no ha de encasillarse y dejarse arrastrar según sus motivaciones y aficiones.